Enfoque y propósito.
457
post-template-default,single,single-post,postid-457,single-format-standard,theme-bridge,bridge-core-3.0.9,woocommerce-no-js,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode_grid_1300,footer_responsive_adv,hide_top_bar_on_mobile_header,columns-4,qode-theme-ver-29.7,qode-theme-bridge,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.13.0,vc_responsive
 

Enfoque y propósito.

Enfoque y propósito.

Si no cambiamos de dirección, podemos terminar donde empezamos.

Buda

 

Cuando existe algo en nuestra mente que constantemente esta dando vueltas en nuestro interior, ese algo que nos apasiona de cierta manera y hasta cierto grado, ese algo comienza a tener una forma.

 

Nuestra mente va dándole color, brillo, textura, movimiento, sonidos, luces y colores. Creamos un mundo de fantasía y ni nos damos cuenta cómo ni cuándo pasó, simplemente juguetea nuestra mente con algo oculto o escondido en nuestra mente inconsciente.

 

Esa puede ser la clave de aquello que incluso puede robarnos el sueño; pero lejos de sentirnos desvelados y sin energía, nos mueve de manera increíble con tanta energía que ni siquiera nos sentimos cansados, ¿te ha pasado?

 

Esa forma mental, podemos aterrizarla con la siguiente pregunta…

 

¿Qué quiero hacer realmente con esto que da vueltas en la cabeza?

 

¿A dónde me va a llevar?

 

¿Qué busca de mí y para qué está presente en mi vida?

 

¿Para qué?   ¡Claro!

 

Para qué, una frase simple y profunda. Tal pregunta nos ayuda a clarificar (con ayuda de un experto y mucha autorreflexión) cuál es el sentido de ese pensamiento que tanto atrae nuestra atención internamente.

 

Cuando vas a iniciar un viaje, algún proyecto o una nueva empresa, la que sea, es importante clarificar para qué la vas a iniciar.

 

¿Qué vas a lograr o qué vas a obtener?

 

A veces, nuestra voz interior es la que más razón tiene, esa voz que está entre la intuición y la consciencia nos indica el camino a seguir. Y recuerda, por algo y para algo te están sucediendo las cosas que aquí y ahora experimentas. ¡Encuéntrale sentido y aprende!

 

La vida es una gran escuela y es una gran maestra, pero muchas veces nuestra mente consciente y la razón ponen muchas trabas que nos impiden seguir nuestra voz interior. En ocasiones, metemos tanta cabeza que nos olvidamos por completo de de cómo, dónde y para qué surgió ese pensamiento que nos quitaba el sueño y hasta nos reanimaba durante el día.

 

Podría escribir y charlar contigo durante horas acerca de este tema, sin embargo, recordemos que tiempo es dinero y el tiempo sigue su curso. Así que no te voy a entretener más, por ahora.

 

Simplemente pregúntate, en un estado de quietud mental, ¿para qué estoy viviendo esto, que me quieres enseñar?

 

Medita esas preguntas y respóndelas con el corazón y total sinceridad.

 

Luego, actúa según tus reflexiones y traza un plan de acción corto, sencillo y cien porciento práctico.

 

Recuerda que solo tenemos una vida y que en consecuencia, puedes elegir hacer lo que más aporte para ti y tu entorno de manera saludable.

 

Elige con entera libertad y hazte responsable de tus decisiones. Porque recuerda, como diría mi maestro Manuel: “sólo hay resultados y los resultados, son inevitables”.